FECHA 1 PRIMAVERA 09: el estigma del comienzo (¿y la gloria del final?)

VICTORIA.- Otra vez Buena Yunta (el último campeón) arrancó sufriendo y ganando el primer partido del torneo interno de fútbol de la Universidad de San Andrés, esta vez en su versión Primavera 09. Al igual que el semestre pasado, fue un trabajoso triunfo por 2 a 1 (empezando un gol abajo), en esta oportunidad contra el duro equipo de Mercenarios. La cita fue el lunes 14 de septiembre en la cancha 2, siendo la primera vez que el flúo juega en el día que arranca la semana (siempre se jugó martes o jueves, y una final un miércoles). Los goles fueron obra de Ivob Patiño Charnas, de tiro libre, y de Andy Smurra, cuando se moría el partido.

En su nueva versión primaveral, la Yunta sufrió dos bajas importantes: Maurtio Traidor Ríos (que fichó para Comechingones) y el Coco Herno (cuestiones musculares y laborales), mientras que el loco Etchart está con un botín afuera, esperando la confirmación de su nueva vida de oficinista burgués. En contrapartida, se sumaron dos relevos de calidad: el regreso del polifuncional Sánchez Loria (luego de una lesión que lo dejó afuera de casi todo el torneo pasado) y el estreno mundial de Fede Telmo, un 9 de área que promete garra y goles al por mayor.

Ivo volvió a decir presente en el marcador, con un golazo de tiro libre.

El partido arrancó movido, con Mercenarios dispuesto a dar batalla aprovechando la altura de sus jugadores y la confianza obtenida en el partido anterior (venían de ganar 2-0 a PAMI), y la Yunta acomodándose en el campo y en el nuevo esquema táctico. Así las cosas, alrededor de los 10’ de la primera etapa se produjo la apertura del marcador por parte de los de casaca negra: su lungo delantero que avanza con pelota dominada tras un despeje de la defensa que agarró mal parados a los yuntanos, sacando un remate sin mucha fuerza ni dirección, pero que agarró a Atila distraído y se le coló por su derecha, tras tocarla suavemente y a destiempo. 1 a 0 y el fantasma del arranque volvía a sobrevolar por las filas fluorescentes.

El gol fue un baldazo que amenazaba con destruir el invicto de este equipo que jamás supo la definición de “derrota”; para colmo de males, en seguida los rivales siguieron atacando, obligando al uno a meterse a los ponchazos en el partido, desviando un tiro al córner y despejando centros a los puños. El partido se empezó a poner picante, con una seguidilla de infracciones de ambos bandos, y con mercenarios tirados por el piso llorando supuestas lesiones, en un intento barato de frenar el impulso de la Yunta. Pero este equipo no se cae fácil, y así fue que llegó el empate en los pies de Ivo Charnas, ejecutando impecablemente un tiro libre en la puerta del área, que se coló en el palo derecho del arquero contrario. La jugada previa había sido un despeje del guardameta, que se excedió en el impulso y terminó tocando la pelota fuera del área, regalándole a la Yunta la oportunidad de oro, que fue capitalizada.

Andy tuvo una picardía que valió la victoria.

En el segundo tiempo fue más notoria la diferencia de juego entre ambos equipos, con Mercenarios aguantando el empate y tratando de aprovechar alguna contra aislada o centros desde cualquier sector de la cancha, y la Yunta tratando de penetrar una defensa encerrada en bloque. Los de flúo abrían constantemente el juego, pero no lograban dar la estocada final, mientras que los de negro tuvieron un par de ocasiones para aumentar el marcador en tres mano a mano claros, pero entre Atila y la pésima definición de sus delanteros sus intentos no prosperaron. Por su parte, los de amarillo tuvieron una oportunidad inmejorable en una pared que armó el debutante Fede con José, pero ante la salida del arquero el delantero no tiró el centro atrás (Juampi esperaba solo) y su remate se fue al córner muy cerca del primer palo. Asimismo, Ivo tuvo un par de tiros libre a su favor, pero no estuvo fino en la definición, y sus disparos se fueron por arriba.

Para compensar un poco las cosas, luego de la expulsión temporal de un mercenario, el árbitro les regaló a los de negro un tiro libre en la puerta del área, tras una actuación estelar del Ogro Fabbiani, que pegó un grito desgarrador por un toque de Juampi en el talón. Corolario: pase al costado, zablazo que atraviesa la barrera y Atila que recompuso su imagen volando para la foto y para esta crónica, a cinco del final.

El Loco Etchart entregó su camiseta, en un retiro simbólico.

Y cuando todo parecía indicar que el empate no se movería, llegó lo impensado: Atila que atenaza un centro, y en vez de salir jugando como durante todo el partido, le pega un pelotazo para la llegada de algún delantero; si bien el balón no parecía tener buen destino, el arquero y el último hombre de Mercenarios se confiaron, y Andy Smurra fue más rápido que todos, madrugó al uno y con un toque sutil selló la victoria.

Victoria sufrida, más dura que de costumbre, pero con un sabor especial. El escenario cambió, los equipos son más parejos y la Yunta ya no cuenta con la muralla defensiva de antes. Pero, como dicen en Administración, cada crisis es también una oportunidad, y este joven equipo tiene que buscar nuevas alternativas, aunque no sea ganando por goleada. Es hora de que Pato y Sebi tomen más protagonismo, de que Andy se pueda disfrazar de salvador, de que Ivo siga aprovechando la pelota parada, de que José se adueñe del mediocampo, de que Juampi se anime a llegar más al arco rival y de que Fede tome confianza y se haga amigo de la red. Son tiempos difíciles, pero como dijo Sánchez Loria, “el gran objetivo de salir campeones ya lo cumplimos, ahora dediquémonos a jugar”.