Sin goles en el primer tiempo, este equipo supo dar muestra de lo que es buen fútbol a los “ex compañeros de Maurito” en la segunda etapa, donde se definieron cinco tantos: dos del pie de Pato y tres de Peluca Charnas. El partido se jugó en la cancha de biblioteca, donde algunos curiosos que pasaban por ahí se deleitaron con tanto color de buen fútbol en una tarde fría y gris.
La formación no contó con suplentes esta vez, y por segunda ocasión consecutiva el equipo tuvo el lujo de contar con la presencia de un entusiasta Javo defendiendo los tres palos (¿se quedará con el puesto?). El experimentado arquero Atila debió ausentarse por cuestiones laborales, y tampoco dio el presente dentro de la cancha el capitán J.P. Sanchez Loria, que dada su lesión ha decidido convertirse en el manager oficial de Buena Yunta y ayudar desde afuera al firme DT Civitillo (quien no para de amenazar con su vuelta al juego).
Maurito Ríos casi le convierte a su ex equipo; los del Péndulo no lo saludaron y lo acusaron de "traidor".
El partido comenzó ya en el primer minuto con un remate de Maurito que se desvió por arriba del arco contrario. Así dio lugar a lo que sería un tiempo con reiterados intentos de goles fallidos que mostraron la superioridad de los iluminados y el buen desempeño del arquero de los del Péndulo. El espectáculo se jugó la mayor parte del tiempo de la mitad de cancha para arriba, con uno escasos escapes de los pendulantes que fueron exitosamente frenados por el Loco Etchart y el joven Tello. Cabe destacar dos importantes actuaciones de este inexperimentado arquero, que pese a su congelamiento corporal supo desviar las pocas pelotas que le llegaron, una atajando con una mano y otra tirándose al piso a último momento para mantener intactas las redes de la Yunta.
Los goles vinieron en el segundo tiempo, el primero a los cuatro minutos, luego de un literal bombardeo de Pato Cuesta al arquero contrario. Pocos minutos después, y habiendo podido abrir el tablero, estos jugadores no se conformaron y fueron por lo que sería una rotulante victoria: así fue que Ivo Charnas llevó las cosas al 2-0, y nuevamente Pato Cuesta apareció en la red para decir “3-0”.
El baile se inició ante unos contrarios que se mostraron medio pataduras para seguir el ritmo impuesto por el trío Escalante- Charnas- Cuesta, y sólo pudieron realizar dos intentos de gol: uno desviado por Javo y otro tras un tiro libre, donde Maurito actúo de barrera y entregó su pierna para el equipo. Después del partido se pudo entender por qué este defensor de Pergamino no se negó nunca a aliarse a la Yunta y “traicionar” (según palabras explícitas de la tribuna contraria) a los del Péndulo.
En los últimos minutos, el partido se convirtió en un monólogo fluorescente, con corridas de José, remates de Ivo (convirtió dos goles en menos de un minuto), zurdas de Pato, pases incesantes de Sebas, la muralla china del chino Etchart, las grandes jugadas de Maurito, y la tranquilidad de Javo en el arco.
